El Rayo vuelve a salir victorioso de su segunda casa

El Rayo Vallecano ha conseguido vencer (0-1) a la U.D. Salamanca en una nueva fiesta del fútbol de Vallecas y de su afición en el estadio Helmántico. Un gol de Márcos Marquez en propia puerta, cumplido el primer cuarto de hora de encuentro, sirvió para que los de Sandoval se trajeran tres nuevos puntos y se afiancen en la segunda posición de la tabla.
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Ficha técnica:

U.D. Salamanca (0): Biel Ribas (A), Sito Castro, Moratón (A), Goikoetxea, Arbilla, Héctor Yuste, Mario Rosas (A)(min. 82, Quique Martín), Sarmiento (min. 76, Juanjo), Kike López, Perico (min. 64, Toti) y Marcos Márquez.
Rayo Vallecano (1): Cobeño, Coke, Amaya (A), Arribas (A), Casado, Javi Fuego, Movilla, Armenteros (min. 85, Susaeta), Piti, Trejo (A) (min. 60, Rafa García) y Delibasic (min. 52, Aganzo).
Arbitro: Ceballos Silva.
Goles: 0-1. Minuto 17. Marcos Márquez, en propia puerta.
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El Rayo Vallecano ha convertido en tradición el peregrinaje a Salamanca y en los tres últimos años, aunque de manera diferente, siempre se ha traído el 'premio gordo' con un resultado corto, pero justo (0-1).

Los de Sandoval están enrachados y hoy, por fin, dieron ese puñetazo sobre la mesa que todo el rayismo reclamaba. No pudo ser en Gran Canaria por diez minutos desesperantes, pero en Salamanca, segunda casa del Rayo estas últimas temporadas, los franjirrojos no cometieron errores fatales y se alzaron con una victoria y tres puntos que les relanzaban en la clasificación.

Y todo a pesar, o más bien gracias, a los vaivenes de un técnico que sigue sorprendiendo a propios y extraños (incluidos sus propios jugadores). Angulo en casa, Delibasic tras su paso por la grada, titular, Aganzo, al banquillo y Carlos de la Vega, no hace mucho apartado incluso de las estrategias, a punto de debutar en liga. Son las 'rarezas' de un Sandoval que a día de hoy está dando una lección de cómo se hacen las cosas o, al menos, de cómo conseguir los mejores resultados posible. La fórmula Sandoval funciona, de eso no hay duda, y la grada se lo agradece (hoy terminó dando botes sobre el césped del Helmántico reclamado por una afición que le aclamó).

La victoria ante el Salamanca se fraguó en una primera mitad intensa y de gran calidad, en la que todo el equipo rayó a un nivel sobresaliente. Los centrales imponentes, Casado, intratable por banda izquierda, Movilla y Javi Fuego, sentando cátedra y Piti, Trejo, Armenteros e incluso, Delibasic, buscando las cosquillas a una defensa charra que trabajó de lo lindo para terminar sucumbiendo ante el autogol de un 'enemigo público' del Rayo, Marcos Márquez.

Movilla y Piti ya habían avisado en los primeros compases de que el Rayo no iba a mostrar esa cara insulsa y apagada de las primeras partes lejos del Teresa Rivero y, arropado por una afición que de nuevo se desplazó en masa a Salamanca, quiso imponer su calidad. Un pase desde la línea de fondo de Piti, que ha vuelto a recobrar esa alegría en el regate y esas buenas maneras que casi le convirtieron en un héroe no hace mucho tiempo, fue rematado a gol por Marcos Márquez, un delantero peligroso y peleón que ante la presión de Arribas terminó alojando el esférico en la portería de su compañero Ribas.

Ahí empezó el momento de duda de los locales que, con la presión de su hinchada, volcó buena parte de sus energías en protestar las decisiones de un Ceballos Silva no que estuvo bien.

Moratón salvó el segundo tras remate de un Movilla que sigue coqueteando con un gol que se le resiste jornada tras jornada, pero que volvió a demostrar que se encuentra en un momento de forma espectacular, y Piti de nuevo volvería a asustar a Ribas con un remate cruzado que se perdió por milímetros junto al poste.

La segunda mitad bajó el nivel de un partido en el que el Rayo no sufrió hasta los momentos finales

El Rayo había aprendido de lo sucedido dos semanas atrás y en esta ocasión no quiso dar lugar a remontadas 'in-extremis' ni a situaciones de peligro que desequilibraran un partido que discurrió sin grandes sobresaltos hasta los instantes finales.

Los locales se empeñaron en 'meter la directa' y buscar la confrontación sin elaboración y ahí el Rayo no sufría. Cuando tenía el balón, tocaba y tocaba, hasta imprimir ritmo y velocidad en punta de ataque. Además, Sandoval fortalecía la línea de flotación con la entrada de Rafa García y cambiaba piezas en ataque, dando entrada a Aganzo por Delibasic y a Susaeta por Armenteros. Precisamente sería el vasco el que gozaría de una de las mejores ocasiones de la segunda mitad pero su intento terminó en protestas al colegiado por un evidente penalti no señalado.

Marcos Márquez intentó enmendar su error de la primera parte pero, primero el colegiado anulando su gol por fuera de juego en el arranque de la jugada que lo originó, y después Cobeño tapando por bajo un remate en ventaja del delantero, evitaron que lo lograse.

La fiesta del final, por repetida, no deja de ser sorprendente y emocionante. El saludo final de los jugadores y el entrenador vallecanos a su afición ponía el colofón a una gran victoria del Rayo, que continúa presentando su candidatura de alternativa al dominio del Betis.
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Sección: rayo vallecano